sábado, 24 de junio de 2017

EL FANTASMA DEL CEMENTERIO DE CEVIL POZO


En Tucumán, las historias de apariciones son moneda corriente. Fanático de lo paranormal, Jorge Soria cuenta una anécdota ocurrida en las cercanías del Cementerio de Cevil Pozo.
Los cementerios del interior de Tucumán tienen una rica historia basada en apariciones, mitos o leyendas que perduran en el tiempo. Jorge Soria es tucumano y está interesado en las paranormales historias que tienen lugar en la provincia.
“Julio es un exchofer de una empresa de colectivos que ya no existe, ETAP, y fue protagonista de una anécdota que no podrá olvidar. Esta empresa cubría el recorrido entre la ciudad de San Miguel de Tucumán y Banda del Río Salí, Los Ralos, Cevil Pozo y Colombres”, asevera Soria.
Corría el mes de mayo de 1982. Julio tomaba servicio por la tarde y debía cubrir el recorrido hasta Colombres. Luego de terminar su turno, a las 22 h, retornaba vacío con destino a la vieja terminal de ómnibus.

miércoles, 24 de mayo de 2017

VENDRA LA MUERTE Y TENDRA TUS OJOS - Cesare Pavese




Vendrá la muerte y tendrá tus ojos,
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, cara esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.



sábado, 13 de mayo de 2017

GRANDE PA !




Fuente:  https://www.facebook.com/elykraus/photos/a.208863476176793.1073741828.208334589563015/366570980406041/?type=3&theater


sábado, 1 de abril de 2017

MUJER POSEIDA AL ESTILO DE " LA LLAMADA "




Hola amigos y amigas, ¿qué opinan de este video?




Yo lo veo bastante artificial, pero no deja de ser inquietante...

LA PESTE EN EL COLECTIVO ( Trollpasta )


Un joven con una mochila en la espalda se subió a un colectivo que lo condujo al Terminal de La Cabaña. Entre los asientos, un olor que salía de la mochila comenzó a regarse por todo el colectivo. El olor era terrible y levantó sospechas. Fue entonces que un pasajero alertó a un policía que casualmente circulaba por la calle Miguel Cané; la patrulla detuvo dicho colectivo para hacer la respectiva revisión, le pidieron al joven que abriera su mochila y ante la mirada incrédula de los demás pasajeros descubrieron con gran asombro que allí llevaba DOS CABEZAS. Al ser examinadas se logró constatar que una cabeza era de ajo y la otra era de cebolla. Gracias por su atención, sigan en lo suyo.


Tomado (con mínimas correcciones) de:  https://www.facebook.com/esdecorrentinooficial/photos/a.1652651301671633.1073741828.1652622398341190/1861601247443303/?type=3&theater

jueves, 2 de marzo de 2017

MUJER POSEIDA EN TUCUMAN - Iglesia Santo Domingo



Apenas iniciando Marzo se viralizó este video, en el cual se escuchan gritos desgarradores y puede observarse una imagen difusa: un policía lleva en andas aparentemente a una mujer hacia el interior de la iglesia de Santo Domingo. El incidente fue catalogado como de posesión demoníaca, y continúa distribuyéndose a través de las redes sociales. Como es usual, no puede descartarse que se trate de un montaje.

Video:




miércoles, 1 de marzo de 2017

EL DESPERTAR - de Belén Olavarría Muñoz


 

En la oscuridad de la vida nocturna
cuando transitas con somnolencia
por calles lúgubres y sombrías,
tus zancadas avanzan a tal velocidad
que sientes que tu cuerpo rozará con otro cuerpo;
un ser de la noche oculto entre las sombras.


Y cuando atraviesas el umbral de tu hogar
y tu mano tienta el interruptor,
y la fuerza de la corriente eléctrica es percibida en la atmósfera,
justo antes de que se haga realidad su función de luminosidad,
el terror a ser expuestos a la vista
invade los cuerpo etéreos de las almas de aquellos desconocidos
que transitan por callejones oscuros y pasillos sombríos,
arrastrándolos hacia sus muros para evitar el aura pura de una simple vela. 


Entonces sus murmullos se ahogan,
y el tibio olor empapado que enrarece el ambiente
se sumerge en un dudoso stand by. 

miércoles, 22 de febrero de 2017

HISTORIAS DE NIÑOS, CUENTOS DE MIEDO - de Belén Olavarría Muñoz




¿Quién dice que hoy no tienes miedo?,
¿y no ascienden por tu espalda
las caricias del escalofrío,
y el calor del mareo?
¿Quién te esperará hoy en casa?
¿Quién mirará por ti bajo la cama?


¿Temor de niños?…
No lo creo.
Cuando vuelves el rostro
hacia cualquier objeto, inquieto,
al sentir que los ruidos se palpan,
como moscas revoloteando tu cuerpo.


Sé que quisieras cazarlas
para poder controlarte
(ingenuo),
para deshacerte de tu pánico,
y evadirte de este juego.

lunes, 20 de febrero de 2017

MILENARIO - de Alejandro Camacho



La lechuza ocupa el árbol más viejo de un monte cercano. Nadie se explica desde cuándo, ni cómo, pero ahí está, vigilante y sigilosa, un centinela de la muerte. Tiene plumas de oro que brillan con los sueños de algunos poetas trasnochados.
Cada vez que mis ojos desean contemplarla, persigo el rastro luminoso de los cometas desorientados que buscan amor ente las auroras.
Sus patas son imponentes, a pesar de ocupar una de las ultimas ramas puedo divisar con exactitud sus gestos (hace ciento catorce noches la visito, conozco de memoria sus rasgos). Ella me saluda como siempre, yo contesto del mismo modo, sin embargo hay algo que me acongoja esta noche, es un miedo desinhibido, algo absurdo.
Conversamos de los políticos de turno y la población actual, sus teorías sobre la revolución son asombrosas. De pronto abre sus enormes alas, bajo ellas veo un gran armamento, la amenaza es inminente. Tiemblo sin sentido, intento correr y mis rodillas se clavan en la tierra del arado, donde quedo inmóvil, ninguna extremidad responde, el sudor desprendido de mi espalda se vuelve fértil. Tres raíces explotan desde mis pies, crezco rápido y sin límites, ante la silenciosa mirada del animal, la madera de quebracho cubre cada hueso, la sangre se vuelve savia espesa.

martes, 24 de enero de 2017

LOS SUICIDAS


Después de recibir una receta para uno de los antidepresivos más populares y recogerla de la farmacia, una joven mujer regresó a casa y abrió la pequeña caja. Había imaginado una botella amarilla llena de cápsulas enfrascadas de forma apretada, como pastillas de vitaminas.

En cambio, encontró un envoltorio metálico plano, con cada pastilla separada de su vecina por un desproporcionado espacio de aluminio vacío.

«Cada pastilla está en completa soledad», dijo ella, «como en conchas metálicas mirando hacia fuera a las demás. Están todas en sus pequeñas prisiones individuales. ¿Por qué no están todas juntas en una caja, sueltas y libres?»

Le preocupó la forma en que las pastillas estaban empaquetadas.

«Están alineadas como pequeños soldaditos obedientes ¿por qué ni uno de ellos rompe filas?»

LOS CHICOS - de Ana María Matute


Eran cinco o seis, pero así, en grupo, viniendo carretera adelante, se nos antojaban quince o veinte. Llegaban casi siempre a las horas achicharradas de la siesta, cuando el sol caía de plano contra el polvo y la grava desportillada de la carretera vieja, por donde ya no circulaban camiones ni carros, ni vehículo alguno. Llegaban entre una nube de polvo que levantaban sus pies, como las pezuñas de los caballos. Los veíamos llegar y el corazón nos latía de prisa. Alguien, en voz baja, decía: «¡Que vienen los chicos…!» Por lo general, nos escondíamos para tirarles piedras, o huíamos.

Porque nosotros temíamos a los chicos como al diablo. En realidad, eran una de las mil formas de diablo, a nuestro entender. Los chicos, harapientos, malvados, con los ojos oscuros y brillantes como cabezas de alfiler negro. Los chicos, descalzos y callosos, que tiraban piedras de largo alcance, con gran puntería, de golpe más seco y duro que las nuestras. Los que hablaban un idioma entrecortado, desconocido, de palabras como pequeños latigazos, de risas como salpicaduras de barro. En casa nos tenían prohibido terminantemente entablar relación alguna con esos chicos. En realidad, nos tenían prohibido salir del prado bajo ningún pretexto. (Aunque nada había tan tentador, a nuestros ojos, como saltar el muro de piedras y bajar al río, que, al otro lado, huía verde y oro, entre los juncos y los chopos.) Más allá, pasaba la carretera vieja, por donde llegaban casi siempre aquellos chicos distintos, prohibidos.

Los chicos vivían en los alrededores del Destacamento Penal. Eran los hijos de los presos del Campo, que redimían sus penas en la obra del pantano. Entre sus madres y ellos habían construido una extraña aldea de chabolas y cuevas, adosadas a las rocas, porque no se podían pagar el alojamiento en la aldea, donde, por otra parte, tampoco eran deseados. «Gentuza, ladrones, asesinos.. .» decían las gentes del lugar. Nadie les hubiera alquilado una habitación. Y tenían que estar allí. Aquellas mujeres y aquellos niños seguían a sus presos, porque de esta manera vivían del jornal que, por su trabajo, ganaban los penados.

El hijo mayor del administrador era un muchacho de unos trece años, alto y robusto, que estudiaba el bachillerato en la ciudad. Aquel verano vino a casa de vacaciones, y desde el primer día capitaneó nuestros juegos. Se llamaba Efrén y tenía unos puños rojizos, pesados como mazas, que imponían un gran respeto. Como era mucho mayor que nosotros, audaz y fanfarrón, le seguíamos adonde él quisiera.

El primer día que aparecieron los chicos de las chabolas, en tropel, con su nube de polvo, Efrén se sorprendió de que echáramos a correr y saltáramos el muro en busca de refugio.

-Sois cobardes -nos dijo-. ¡Esos son pequeños!

No hubo forma de convencerle de que eran otra cosa, de que eran algo así como el espíritu del mal.

-Bobadas -nos dijo. Y sonrió de una manera torcida y particular, que nos llenó de admiración.

sábado, 21 de enero de 2017

EL MONTE DE LAS ANIMAS - de Gustavo Adolfo Bécquer + videolibro


EL MONTE DE LAS ÁNIMAS
Gustavo Adolfo Bécquer

La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria.

Intenté dormir de nuevo; ¡imposible! Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda. Por pasar el rato me decidí a escribirla, como en efecto lo hice.

Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando sentía crujir los cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío de la noche.

Sea de ello lo que quiera, ahí va, como el caballo de copas.

I

-Atad los perros; haced la señal con las trompas para que se reúnan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad. La noche se acerca, es día de Todos los Santos y estamos en el Monte de las Ánimas.

-¡Tan pronto!

-A ser otro día, no dejara yo de concluir con ese rebaño de lobos que las nieves del Moncayo han arrojado de sus madrigueras; pero hoy es imposible. Dentro de poco sonará la oración en los Templarios, y las ánimas de los difuntos comenzarán a tañer su campana en la capilla del monte.

-¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?

-No, hermosa prima; tú ignoras cuanto sucede en este país, porque aún no hace un año que has venido a él desde muy lejos. Refrena tu yegua, yo también pondré la mía al paso, y mientras dure el camino te contaré esa historia.

Los pajes se reunieron en alegres y bulliciosos grupos; los condes de Borges y de Alcudiel montaron en sus magníficos caballos, y todos juntos siguieron a sus hijos Beatriz y Alonso, que precedían la comitiva a bastante distancia.

Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos términos la prometida historia:

-Ese monte que hoy llaman de las Ánimas, pertenecía a los Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río. Los Templarios eran guerreros y religiosos a la vez. Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir de lejanas tierras para defender la ciudad por la parte del puente, haciendo en ello notable agravio a sus nobles de Castilla; que así hubieran solos sabido defenderla como solos la conquistaron.

Entre los caballeros de la nueva y poderosa Orden y los hidalgos de la ciudad fermentó por algunos años, y estalló al fin, un odio profundo. Los primeros tenían acotado ese monte, donde reservaban caza abundante para satisfacer sus necesidades y contribuir a sus placeres; los segundos determinaron organizar una gran batida en el coto, a pesar de las severas prohibiciones de los clérigos con espuelas, como llamaban a sus enemigos.

Cundió la voz del reto, y nada fue parte a detener a los unos en su manía de cazar y a los otros en su empeño de estorbarlo. La proyectada expedición se llevó a cabo. No se acordaron de ella las fieras; antes la tendrían presente tantas madres como arrastraron sendos lutos por sus hijos. Aquello no fue una cacería, fue una batalla espantosa: el monte quedó sembrado de cadáveres, los lobos a quienes se quiso exterminar tuvieron un sangriento festín. Por último, intervino la autoridad del rey: el monte, maldita ocasión de tantas desgracias, se declaró abandonado, y la capilla de los religiosos, situada en el mismo monte y en cuyo atrio se enterraron juntos amigos y enemigos, comenzó a arruinarse.

viernes, 13 de enero de 2017

FELIZ VIERNES 13





MANIFESTACION DE ESPIRITUS ALREDEDOR DE UNA NIÑA ?


Una vez más nos encontramos ante una filmación que mostraría cierta actividad paranormal. Son muchos los videos que presentan situaciones similares, dividiendo las opiniones: hay quienes creen que se trata de simples engaños, y hay quienes están seguros de hallarse ante pruebas irrefutables del accionar de los espíritus. Como siempre, está en cada uno elegir en qué creer.




EL CABALLITO DE MADERA - de D. H. Lawrence + Video de Laiseca


EL CABALITO DE MADERA
D. H. Lawrence

Era una mujer hermosa, que había empezado con todas las ventajas que puede deparar la vida, y que, sin embargo, no tuvo suerte. Se casó por amor, y el amor se redujo a polvo.
Tuvo hermosos hijos, pero llegó a creer que le habían sido impuestos, y no pudo amarlos. Ellos la miraban con frialdad, como si la encontraran culpable. Y bien pronto ella sintió que debía ocultar alguna falta. Sin embargo, nunca supo cuál era esa culpa que debía ocultar. Pero cuando sus hijos estaban presentes, sentía endurecérsele el centro del corazón. Esto la inquietaba, y en su inquietud trataba de mostrarse afectuosa y solícita con ellos, como si los quisiera mucho. Sólo ella sabía que en el centro de su corazón había un lugarcito duro que no podía sentir amor, que no podía amar a nadie. Todos decían: "Es una buena madre. Adora a sus hijos". Sólo ella y sus mismos hijos sabían que no era así. Leían la verdad en sus miradas.
Tenía un varón y dos niñas. Vivían en una casa agradable, con jardín, con criados discretos, y se sentían superiores a todos los vecinos.
Pero, aunque guardaban las apariencias, reinaba siempre en la casa cierta ansiedad.
El dinero nunca era suficiente. La madre tenía una pequeña renta, y el padre tenía una pequeña renta, mas no bastaban para conservar la posición social que debían mantener.
El padre trabajaba en una oficina de la ciudad. Tenía buenas perspectivas, pero esas perspectivas nunca se materializaban. Y aunque conservaran las apariencias, persistía siempre la punzante sensación de la escasez de dinero.
Por fin dijo la madre:
-Veré si yo puedo hacer algo.
Pero no sabía por dónde empezar. Se devanó los sesos, probó esto y aquello sin encontrar nada eficaz. El fracaso grabó profundos surcos en su rostro. Sus hijos crecían, pronto tendrían que ir a la escuela. Hacía falta dinero, más dinero. Parecía que el padre, siempre muy elegante y dispendioso en la satisfacción de sus gustos, nunca podría hacer nada que valiese la pena. Y la madre, que tenía mucha fe en sí misma, no logró mejores resultados y además era tan derrochadora como el padre.
Y así fue como penetró en la casa aquella frase tácita: ¡Hace falta más dinero! ¡Hace falta más dinero! Los niños la oían permanentemente, aunque nadie la pronunciaba en alta voz. La oían en la Navidad, cuando los costosos y espléndidos juguetes llenaban su cuarto. Detrás del reluciente caballito de madera, detrás de la elegante casa de muñecas, una voz, de pronto, empezaba a susurrar: "¡Hace falta más dinero! ¡Hace falta más dinero!" Y los niños se interrumpían en sus juegos, para escuchar la voz. Se miraban a los ojos, para comprobar si todos la habían oído. Y cada uno veía en los ojos de los otros dos que también habían oído. "¡Hace falta más dinero! ¡Hace falta más dinero!"

sábado, 7 de enero de 2017

LA FOTO DEL ANGEL DE LA MUERTE


Un residente de Arizona, Estados Unidos, sorprendió a centenares de internautas tras difundir unas fotografías donde aparece lo que puede ser la figura de un ente sobrenatural. Algunos afirman que se trata del mismo diablo mientras que otros dicen que es el Ángel de la Muerte.

Las fotos compartidas por Richard Christianson el pasado lunes 2 de enero se viralizaron rápidamente. En Facebook, la publicación superó los 81 mil likes en un par de días.

Según el New York Daily News, Richard se encontraba paseando por las calles de la ciudad de Phoenix cuando vio la espeluznante silueta. Junto con la imagen, escribió la pregunta: "¿Qué demonios ves en esta imagen?".

Frente a la interrogante, varios usuarios de Internet respondieron ofreciendo distintas teorías. Algunos afirmaron que se trataba del demonio mientras que otros creían que era un ángel y los más escépticos, una palmera.


Fuente:  http://www.minutouno.com/notas/1530090-un-hombre-publico-una-foto-su-facebook-y-dicen-que-es-del-angel-la-muerte


QUINTA ANGELICA DE NICARAGUA - Lugares embrujados


Lugar embrujado: Quinta Angélica de Nicaragua

Antecedentes

Perteneciente al género de los inmuebles abandonados, la Quinta Angélica fue producto del boom cafetalero del siglo XIX, y víctima de las Revolución Sandinista que hizo huir a sus propietarios quedando en el abandono, lo demás fue obra del tiempo, del imaginario popular y acaso, quién lo sabe, de eventos y fuerzas fuera de lo normal. Hallamos pocas fuentes sobre este lugar, pero muy sustanciosas.Un grave problema para los cafetaleros era el transporte, pues en las Sierras de Managua solo había trochas. Si bien en 1923 los países americanos habían acordado construir una carretera que atravesara el continente, fue durante la II Guerra Mundial que las necesidades logísticas dieron un envión a la propuesta. Entre 1941 y 1943 Estados Unidos financia la carretera Panamericana del sector de Centroamérica, esta obra pasó por la finca Las Uvas de Caligaris, por lo que aprovecha para construir una casa de campo neocolonial de dos plantas, para vacacionar y visitar la plantación. Algo más al sur, la familia del mencionado doctor Cabrera hizo lo mismo, en su propia finca. Ambas construcciones fueron usadas frecuentemente hasta los años cuarenta sin que ningún evento trágico se registrase.Inicio de la leyenda.

En los cincuentas aumentó la población y el tráfico de Managua hacia Carazo y Rivas por las Sierras. A las fincas empezó a llamárseles “quintas”, pues se arrendaban por la quinta parte de las ganancias obtenidas. Tanto la casa de la familia Caligaris como la de la familia Cabrera dejaron de ser visitadas por sus propietarios, los últimos, por haber construido otra similar en la finca Los Alpes, más al norte.

Las dos suntuosas edificaciones, abandonadas, cobraron un aspecto fantasmal.
El Crucero es el sector en lo alto de las Sierras de Managua donde se cruzan varias vías de comunicación, y que se empezó a poblar más densamente. Tanto sus habitantes como quienes recorrían el camino, empezaron a formular comentarios sobre el oscuro carácter de los edificios, y supuestas apariciones y hechos inexplicables. “Para los años 40 la Carretera Sur era ya un sitio importante. La gente alrededor del lugar decía que en esa casa se escuchaban gritos y llantos a la medianoche. Ya para 1950, la Quinta Angélica era conocida por ser una casa embrujada.” (3) Estos rumores impidieron que los inmuebles se alquilaran formándose un círculo vicioso. “Se empezó a comentar que en la casa que pertenecía a la familia Cabrera, habitaban fantasmas que rondaban todos sus alrededores. Luego, sin causa justificada la creencia de los fantasmas se trasladó a la casa vecina, la de la familia Caligaris. La profunda oscuridad que se observaba por las noches, al estar deshabitadas, invitaba a los transeúntes a inventar las historias más inverosímiles.Sobre el origen de los fenómenos circulan varias versiones, se dice que el dinero con que se construyó una de ellas fue adquirido gracias a un pacto con el Diablo, el cual permaneció habitando el lugar abandonado. También se afirma que una niña murió ahogada en la pileta de una de las propiedades, y que es su espíritu el que ronda. Otros señalan que el propietario asesinó a toda su familia, que apareció en la tiña de baño, y aún sus almas permanecen en el sitio.

Orlando Ortega cuenta un testimonio de primera mano:
“Mientras trabajaba para el Ministerio de Educación, en cierta ocasión, sería a finales de los años noventa, después del trabajo tuve que salir a San Marcos a visitar a una tía enferma. Al salir me encontré con un conductor que trabajaba en el Ministerio y que vivía en El Crucero y le ofrecí raid. Conversando en el camino salió a colación el tema de la casa embrujada y él me comentó que su abuelo había trabajado en la construcción de la carretera, por los años cuarenta y contaba que mientras trabajaban en el trecho que iba de la entrada a El Tizate al camino de El Boquete, se había montado un campamento en el kilómetro 21.0. Una tarde, después de la jornada de trabajo, notaron que un trabajador que era del lado de Nindirí, había desaparecido. Esperaron toda la noche a que apareciera y no fue sino hasta la mañana siguiente que lo encontraron unos 600 metros al norte. Estaba muerto y lo extraño es que estaba con los ojos desorbitados y con una expresión de terror. La empresa contratista era norteamericana y tomó las providencias para deslindar responsabilidades, llevando al lugar de los hechos a un médico que examinó el cadáver sin poder determinar la causa de la muerte, pues no había señales de violencia, ni de picaduras, así que por cumplir tuvo que asentar en su informe que había muerto de un paro cardiaco. Lo anterior, a pesar de que se trataba de un joven de unos 28 años, completamente sano. Lo que le ocurrió al joven trabajador quedó en la más completo misterio.”Testimonios de Fernando Silva.
En la edición digital del Nuevo Diario (5), Adela Argucia entrevista al médico y escritor nicaragüense Fernando Silva. Según este, sus compatriotas deben su gran imaginación al hecho de ser habladores por naturaleza y prestos para entrar en confianza con cualquiera. Silva narra a la periodista dos extraños casos vividos en Finca Angélica, el primero a finales de los cuarentas o inicios de los cincuentas:
“En ese entonces vino como embajador de Francia Raymond Pons a Nicaragua, quien encargó a la Embajada le buscara una casa en un lugar de clima agradable. La Embajada francesa no estaba al tanto de los rumores que envolvían a la Quinta Angélica, por lo que ésta fue la casa en que se hospedó por una noche.
La Embajada se encargó de amoblar y conseguir quien se hiciera cargo de la limpieza de la casa. Según cuenta Silva, al francés le pareció todo muy bien, pero le pidió a la muchacha que se fuera por la tarde, pues no estaba acostumbrado a convivir con desconocidos.

Cuando llegó la noche, el francés se fue a dormir y de repente sintió un palmazo en la cara. Se levantó asustado. Buscó un foco y su arma, mientras veía si había alguien en la casa. Pero estaba solo. Al ver que no había nada, decidió acostarse nuevamente. No había terminado de conciliar el sueño, cuando sintió que una fuerza lo haló y casi lo saca de la cama. Tomó su arma y el foco nuevamente, pero de nuevo no había nada. De repente, sólo se escuchó como cuando se pasa un periódico por debajo de la puerta.

Silva cuenta que un hombre tan culto como Pons no podía creer en fantasmas, pero tampoco encontraba explicación alguna a lo sucedido. “Él creyó que ahí había algo raro, que se trataba de un individuo que quería robarle”, narra el escritor. Por ello, el francés decidió tomar el teléfono, llamar a un hotel y pedir que lo sacaran de allí.Pero las cosas raras no terminaron ahí. Una vez en el interior del taxi, el conductor le preguntó a Pons qué le había pasado, pues tenía la cara llena de contil.
“Él nunca se explicó qué pasó, no creía en fantasmas, pero no entiende qué pasó esa noche en la Quinta Angélica”, comenta Silva.” (5)

EL EXTRAÑO - H.P. Lovecraft - con video de Laiseca


EL EXTRAÑO
 de H.P. Lovecraft

Infeliz es aquel a quien sus recuerdos infantiles sólo traen miedo y tristeza. Desgraciado aquel que vuelve la mirada hacia horas solitarias en bastos y lúgubres recintos de cortinados marrones y alucinantes hileras de antiguos volúmenes, o hacia pavorosas vigilias a la sombra de árboles descomunales y grotescos, cargados de enredaderas, que agitan silenciosamente en las alturas sus ramas retorcidas. Tal es lo que los dioses me destinaron… a mí, el aturdido, el frustrado, el estéril, el arruinado; sin embargo, me siento extrañamente satisfecho y me aferro con desesperación a esos recuerdos marchitos cada vez que mi mente amenaza con ir más allá, hacia el otro.

No sé dónde nací, salvo que el castillo era infinitamente horrible, lleno de pasadizos oscuros y con altos cielos rasos donde la mirada sólo hallaba telarañas y sombras. Las piedras de los agrietados corredores estaban siempre odiosamente húmedas y por doquier se percibía un olor maldito, como de pilas de cadáveres de generaciones muertas. Jamás había luz, por lo que solía encender velas y quedarme mirándolas fijamente en busca de alivio; tampoco afuera brillaba el sol, ya que esas terribles arboledas se elevaban por encima de la torre más alta. Una sola, una torre negra, sobrepasaba el ramaje y salía al cielo abierto y desconocido, pero estaba casi en ruinas y sólo se podía ascender a ella por un escarpado muro poco menos que imposible de escalar.

Debo haber vivido años en ese lugar, pero no puedo medir el tiempo. Seres vivos debieron haber atendido a mis necesidades; sin embargo, no puedo rememorar a persona alguna excepto yo mismo, ni ninguna cosa viviente salvo ratas, murciélagos y arañas, silenciosos todos. Supongo que, quienquiera que me haya cuidado, debió haber sido asombrosamente viejo, puesto que mi primera representación mental de una persona viva fue la de algo semejante a mí, pero retorcido, marchito y deteriorado como el castillo. Para mí no tenían nada de grotescos los huesos y los esqueletos esparcidos por las criptas de piedra cavadas en las profundidades de los cimientos. En mi fantasía asociaba estas cosas con los hechos cotidianos y los hallaba más reales que las figuras en colores de seres vivos que veía en muchos libros mohosos. En esos libros aprendí todo lo que sé. Maestro alguno me urgió o me guió, y no recuerdo haber escuchado en todos esos años voces humanas…, ni siquiera la mía; ya que, si bien había leído acerca de la palabra hablada nunca se me ocurrió hablar en voz alta. Mi aspecto era asimismo una cuestión ajena a mi mente, ya que no había espejos en el castillo y me limitaba, por instinto, a verme como un semejante de las figuras juveniles que veía dibujadas o pintadas en los libros. Tenía conciencia de la juventud a causa de lo poco que recordaba.

Afuera, tendido en el pútrido foso, bajo los árboles tenebrosos y mudos, solía pasarme horas enteras soñando lo que había leído en los libros; añoraba verme entre gentes alegres, en el mundo soleado allende de la floresta interminable. Una vez traté de escapar del bosque, pero a medida que me alejaba del castillo las sombras se hacían más densas y el aire más impregnado de crecientes temores, de modo que eché a correr frenéticamente por el camino andado, no fuera a extraviarme en un laberinto de lúgubre silencio.

LA ABUELA FALLECIDA


Eran las vacaciones de verano en que la familia había organizado un viaje a un pequeño pueblecito perdido en la montaña. La abuela los acompañaba, pues había quedado viuda hace poco tiempo y trataban de animarla. Los días transcurrieron sin problemas, pero cuando todo estaba listo para volver a casa, la abuela no se levantó de la cama. Falleció repentinamente mientras dormía.

Sus parientes se encuentran consternados, el cuerpo de la abuela tiene que ser llevado hasta la ciudad para enterrarla junto a su difunto marido. Pero, el traslado de un cadáver es demasiado caro, mucho más desde un lugar tan alejado, donde se necesitan vehículos especiales para acceder a la zona montañosa.

Pensando un momento decidieron que ellos mismos la llevarían en su auto hasta la ciudad. Pero, debían hacerlo sin que los niños se enteraran de lo sucedido. No podían ponerla el asiento de atrás junto a los niños y fingir que dormía, pues cuando los pequeños supieran que había muerto, tendrían terribles traumas. Tampoco quisieron meterla en el maletero, porque el calor provocaría que el cuerpo desprendiera olores.
Así que decidieron envolverla en unas mantas y atarla al techo del todoterreno junto a otras maletas. Dijeron a los niños que su abuela había se quedaría un par de días más en la casa de una vecina.

A mitad de su viaje pararon por bocadillo, y al salir, ¡El coche ya no estaba!, ¡Lo habían robado!.

domingo, 1 de enero de 2017

FELIZ AÑO NUEVO!!!


Muy feliz 2017, espero que este nuevo año llegue repleto de buenas noticias! Saludos!




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...